¿LO LLEVAS EN TU MOCHILA?



¿Crees que llevas en tu mochila todo lo necesario para comenzar este nuevo curso escolar?

No olvides un estuche de ilusión que te ayude a escribir en el cuaderno de tu corazón momentos inolvidables con tus compañeros y compañeras, con tus profesores; con el que puedas subrayar pensamientos que te sean útiles no sólo a lo largo de este nuevo curso sino para toda tu vida.

Mete en tu mochila la regla del respeto y la prudencia para saber hasta dónde llegar con las bromas y los juegos; y no dejar que nadie traspase las líneas de la convivencia, el juego limpio, del entendimiento, del diálogo y del consenso.

Lleva en tu mochila un buen borrador o tipex de las segundas oportunidades que te permita corregir tus propios errores y los fallos que también alguna vez puedan cometer los demás contigo. Nadie es perfecto y todos merecemos otra oportunidad.

¿Llevas en tu mochila los clips de la paciencia, comprensión, tolerancia hacia los demás? Cada uno/a tiene sus gustos, costumbres, cultura o maneras de ser...etc. Y nos ayudarán a valorar la diferencia fomentando la unidad y el trabajo en equipo. 

También pueden serte muy útiles el compás de la empatía para saber ponerte en el lugar del otro y la calculadora de la positividad para sumar propuestas que ayuden a mejorar e integrar a todos en la clase sin restar o excluir a nadie. 

Otras cosas, sin embargo, es mejor que nunca las lleves en tu mochila o intentes sacarlas cuanto antes. Como por ejemplo, antiguos malos rollos hacia compañeros/as, manías hacia los profesores, insultos, apatía y pocas ganas de aprender y trabajar...etc.

Puede que se te ocurran otras cosas importantes que llevar o no llevar en tu mochila. Te propongo que señales una actitud, valor o cualidad que tú creas más necesaria para afrontar este tiempo nuevo que siempre supone comenzar la aventura de nuevo curso.

Podéis dibujar una mochila en una cartulina y anotar lo que habéis dicho para que quede como recuerdo en el aula para que a nadie se le olvide lo que es imprescindible llevar en su mochila cada día.





SANTA MADRE TERESA DE CALCUTA



(...) Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda para ponerse en pie, allí debe estar nuestra presencia y la presencia de la Iglesia que sostiene y da esperanza (...).
Esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión.
Madre Teresa amaba decir: «Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreír». Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura.

Palabras del Papa Francisco en la Ceremonia de canonización 4/09/2016.