SONRISA

La sonrisa es valiosa y poderosa. Cuando una sonrisa es sincera transmite empatía, afecto, paz, confianza, positividad. Cuando es una media sonrisa o sonrisa postiza transmite superficialidad, falsedad e interés...

Sonreír es mucho más importante que un gesto y va mucho más allá de una simple respuesta a algo gracioso. Sonreír supone una actitud de vida y es un verdadero termómetro de cómo vivimos por dentro, siendo una de las cosas que antes desaparece cuando existen preocupaciones o nos envuelve el desánimo. 

Hay momentos en la vida en los que sencillamente no nos sale sonreír. Esos momentos, al menos, nos servirán para darnos cuenta que sonreír es algo muy frágil, que para nada es algo secundario sino que es algo verdaderamente prioritario y especial. Necesitamos ver la sonrisa de quien amamos y quien nos ama es infinitamente más feliz contemplando la nuestra. 

Es el gran superpoder de los más pequeños de la familia. Pues con su sonrisa lo curan todo, nos hacen olvidar, aunque sea por un momento, hasta lo más negativo; y son una auténtica inyección de valentía, esperanza y amor incondicional para salir del bucle donde quizá estemos encallados. 

También resulta de un valor terapéutico incalculable poder devolver la sonrisa a un niño. Pues hay niños que dejan de sonreír demasiado pronto. Y si pierden la sonrisa será un claro síntoma de que también están perdiendo su propia niñez... y esto es algo que a los adultos nos debe hacer reaccionar. Debiendo hacer lo posible y lo imposible porque sus inocentes y positivas sonrisas sigan iluminando nuestro mundo.