QUERER

Se trata de amar en lo concreto. De un "querer" con nombre. De un te quiero para alguien. 
Que será más frágil de lo que se quisiera. Imperfecto. Pero con voluntad decidida y sincera de seguir aprendiendo. De progresar adecuadamente como se decía...

Que no es resultado de nada ni fruto de sus méritos o los míos. Lo que es y "estar". Así de extraordinariamente inmerecido se siente el amor recibido como  así de imposible será poder expresarlo.  

No se quiere a alguien distinto ni diferente. Se quiere a quien se quiere. Amamos su mejor versión con el mismo corazón con el que aman nuestra peor imagen. Sólo quienes se aman llegan a conocerse de verdad, forjando una comunión especial. Potencian mutuamente sus virtudes y ayudan a corregirse los defectos sin tan siquiera pretenderlo. 

Caminan juntos, se animan, se cuidan y protegen ante las adversidades de la vida. No llenan vacíos sino que colman cada espacio con el brillo de una cálida luz que puede dar la impresión de que aumenta o disminuye su intensidad; pero que una vez encendida jamás se apaga. 

Donde cada querer es un don. Un regalo inabarcable. Y cada "te quiero" su sencillo y pequeño envoltorio.