Al hilo del argumento de la
película escrita por Justin Zackham y protagonizada por Jack Nicholson y Morgan Freeman en 2008, sería interesante que nos preguntáramos qué
escribiríamos en nuestra lista de cosas que nos quedan por hacer en la vida.
Según
la sinopsis de esta obra a caballo entre la comedia y el drama, a pesar de sus
diferencias, sus protagonistas descubren que tienen dos cosas muy importantes
en común: una necesidad no satisfecha de aceptarse a sí mismos y las elecciones
que han hecho, y un deseo urgente (ante el anuncio de una muerte inevitable e
inminente) de pasar el tiempo que han perdido haciendo todo lo que siempre
quisieron hacer.
Nuestros
deseos, sueños, proyectos, cumplidos o no, realizables o sólo tomados como
horizontes utópicos hacia los que dirigirse; dicen mucho de nosotros mismos. Nos
pueden ayudar a conocernos, a mirar hacia nuestro interior, a clarificar ideas,
sentimientos…etc.
Volviendo
a la propuesta de esta entrada de realizar nuestra propia lista de “tareas
vitales” que están pendientes…habría que decir que no es necesario que sea inmóvil,
pudiendo rehacerse, pues nuestros deseos cambian porque nos transformamos con
el paso del tiempo y con el avatar de las experiencias vividas.
Unos
últimos apuntes para ayudarte a confeccionar tu lista:
- Tener alguna cosa puede
ser importante e incluso necesario, pero entre ser o tener, es mejor que pienses qué o cómo deberías cambiar para llegar a ser como quieres ser y por lo que quisieras que te reconocieran.
- Déjate guiar por los
valores sublimes….la Fe, el Amor, la nobleza, humildad, la honradez, la gratitud,
la solidaridad….etc.
- Lo mejor de hacer algo,
no suele ser sólo hacerlo sino compartirlo con alguien especial.
- Da lo mejor de ti a los
demás, con generosidad y sin condiciones. La vida te lo devolverá con creces en
monedas de cariño, amistad, estima, respeto…etc.
- No valores el éxito de
lo escrito sólo por haberlo conseguido (por el resultado), porque el éxito
también está en el esfuerzo realizado en el camino.
- Que no te angustie el
final, ni siquiera si ya eres consciente de que no se realizarán algunos de los
deseos de la lista. Llegado ese momento, mira a los ojos de alguien a quien
hayas amado con toda tu alma y todo tu corazón y sus ojos te recordarán que siempre fuiste afortunado/a; pues el
regalo de ese amor siempre será más importante que todo lo que en tu lista se quede por
hacer.