EL JUEGO DE TU VIDA

 Pasado, presente y futuro pueden estar más unidos de lo que imaginas con el verbo jugar ¿te apetece descubrirlo?. 



 ¿Recuerdas a lo que más te gustaba jugar? ¿Cuál fue tu juguete favorito? ¿Qué objeto, talisman o muñeco considerabas tan especial como para guardarlo como un tesoro escondido?. 

El juego que un día nos hizo felices, a veces, se transforma en la profesión que se realiza pasados los años. Muchos han jugado a futbol y de mayores han sido jugadores profesionales. Cuantos niños y niñas se pusieron el estatoscopio de plástico o pusieron vendas y tiritas a sus peluches y han terminado en los pasillos de un hospital, residencia o ambulatorio. Cuantas personas dieron clase a sus mascotas, muñecas o hermanos pequeños y se han dedicado al mundo de la enseñanza. Quienes son bomberos, policías...¿no lo eran ya desde aquel entonces cuando les dieron su primer mini casco o primera placa de chapa o estrella de cheriff?. Incluso quienes hoy salen en series y películas o se dedican a escribir novelas suelen reconocer a los periodistas que cuando eran niños y niñas ya se disfrazaban o volaban con su imaginación. A quienes les gustaban las revistas, hacer periódicos o tenían un micrófono o videocámara casera y, por supuesto, han acabado realizando esas entrevistas, series o películas. 

Quizá tu trabajo de hoy no estaba precisamente entre tus sueños de la infancia. Es probable que jamás pensaras que terminarías haciendo lo que haces. Aún así, muchas aficiones son o pueden constituir un puente por el que tu mente y tu corazón lleguen hasta aquel juego que haga despertar a tu niño interior. Montar en bicibleta o nadar por mencionar deportes que comienzan en la niñez, coleccionar cosas, cantar, escuchar música, tocar un instrumento, pintar, bailar, ir al cine, tener mascota....porque lo que nos "llena" "realiza" "motiva", despierta nuestra creatividad o apasiona quizá siempre lo hizo aunque nunca nos hayamos dado cuenta de ello.  

Mucha gente conserva alguno de aquellos objetos con los que tanto jugaba. Hay quienes al encontrarlo en un cajón o trastero no puede evitar recordar, ojalá de forma positiva y cariñosa, la alegría y despreocupación de "aquellos maravillosos años" (como también llevaba por título una serie). 

Otros, movidos por la nostalgia, han buscado incansablemente por la red aquel juguete que un día perdió o se rompió. No es que vayan a jugar con él como si tuvieran cinco o seis años. Más allá de su valor económico o histórico, pueden llegar a tener un enorme valor simbólico, casi espiritual. Por lo que interiormente evoca de la felicidad que hizo sentir, por el recuerdo amoroso hacia quien lo regalo o por cuanto significó para crecer, vencer los miedos o explorar lo trascendente (la fe, el amor, la esperanza...). 

Ojalá a lo que te dediques en el presente o puedas dedicarte en el  futuro te llene tanto como el juguete o juego del pasado; porque vivir será menos trabajoso y trabajar no te desgastará sino que te aportará ilusión y fuerza. También puedes adaptarlo a tu hoy por medio de una afición. Y de forma más sencilla, puedes buscar un objeto o imagen que simplemente te lo recuerde, para que puedas seguir disfrutando del juego de tu vida y de cuanto ello signifique y simbolice en positivo para ti.  


En el videoclip de esta canción de Alejandro Sanz pueden verse niños jugando a sus juegos favoritos. ¿Está el tuyo entre ellos? ¿jugabas a algo con alguien especial para ti?