LO MÁS IMPORTANTE

 


Una pequeña reflexión sobre la pregunta más difícil que nos podemos hacer: ¿Qué es lo más importante en la vida?. 

Cuando planteo esta pregunta a los más jóvenes, casi siempre me responden que lo más importante es tener algo, como tener dinero, éxito...(etc). Sin embargo, cuando se van cumpliendo más años (al menos 40), las respuestas no van encaminadas a tener cosas sino a tener felicidad, amor, tranquilidad (es decir, no tener problemas de salud, de trabajo....). 

En mi opinión, lo más importante no es tener sino ser. Ser paciente, ser perseverante, ser coherente, ser empático, solidario, comprensivo...; así lo más importante o inteligente que puedes hacer en la vida no depende de nada ni de nadie, tan sólo de ti mismo (es decir, de los dones recibidos por Dios). La felicidad, el amor, la paz no vienen solamente de fuera sino que pueden nacer de tu propio interior. Lo que no quita que a todos nos guste recibirlos de los demás, especialmente de quienes amamos. 

Pablo Motos en el Hormiguero nos invita a hacernos más o menos esta misma pregunta con estas otras palabras ¿Qué es lo más inteligente que se puede hacer en la vida?. 

Entre las respuestas que nos propone están: 

- Marcharse a tiempo (con esta estoy especialmente de acuerdo, quizás añadiría que también deberíamos aprender a marcharnos o a dejar ir pero bien, sin hacernos o hacer tanto daño).  

-  Ganar dinero, conquistar el poder o dejar huella son algunas otras que menciona, pero dice que la gente que tiene estas cosas siempre anda preocupada. 

- Escuchar sin poner ningún pensamiento en nuestra mente, lo cual dice ser terriblemente peligroso ya que nos puede hacer cambiar de opinión. 

- Finalmente dice que lo más inteligente sería, según Pau Donés, no preocuparse tanto (algo que el cantante dijo poco antes de fallecer a causa de un cáncer). 

Su reflexión concluye con estas palabras: "Ya que estamos aquí y no sabemos porqué ni para qué, lo más inteligente que se puede hacer en la vida, dada su fragilidad, es tomarse todo menos en serio; abandonar la necesidad de tener que impresionar a los demás; no huir de nada, sobre todo de ti mismo; y disfrutar de la experiencia de la vida incluso en las desgracias. No hay día que no merezca ser vivido". 

Desde la perspectiva de un creyente, el porqué y el para qué sí encuentran respuesta. Estamos aquí porque Dios nos ama y para transmitir la semilla del Amor que hemos recibido como un don. Aunque esta respuesta de fe no me parece incompatible con las conclusiones de Pablo Motos que, a su manera, nos invitan también a disfrutar de la vida con sus desgracias o situaciones de decepción, fragilidad, dolor o incomprensión (que no es otra cosa que vivir la experiencia de la cruz como decimos los católicos). 

En el siguiente vídeo puedes escuchar este fragmento del programa El Hormiguero.