PUENTES

Los puentes son construcciones humanas que nos ayudan a pasar de una orilla de un río a la otra, cuando parece imposible hacerlo de otra forma. Desde el prisma educativo, esta imagen nos lleva a reflexionar en los principios y valores que acercan posturas diferentes y alejadas. 

Pero antes de enunciar algunos de estos principios o valores, habría que preguntarse previamente si vemos o reconocemos la importancia de recorrer este estrecho camino que va hacia el otro lado. Sabiendo que en el margen opuesto, también se encontrarán la verdad y la riqueza que nos satisface en  el nuestro. Llegando a hacernos pensar que no merece la pena dar un paso hacia el otro lado....y que cuanto más lejos, mejor.


De ahí que podamos observar, sin pretender hacer juicios de valor, que hay personas que parecen tener una disponibilidad o inclinación natural, a tender puentes; y otras quizás, más bien, a levantar muros. 


Teniendo presente, la intención de no simplificar las cosas y de aprender a vivir en una realidad compleja en cuanto a las relaciones interpersonales, de la que se hablaba en la entrada del blog titulada "Paleta de colores";  debemos valorar aún más las motivaciones y actitudes que van preparando las herramientas, la madera, las cuerdas y clavos de un futuro puente.

Los valores del respeto, el diálogo, la empatía, la comprensión y el perdón, podrán ser los tablones y piedras, los clavos y cuerdas que nuestro puente necesita para vencer las distancias y obstáculos que creíamos imposibles de superar. Puede que necesitemos ayuda para encontrar buenos materiales. Y que algún martillazo en el dedo, propio o ajeno, nos empuje a abandonar su construcción. Pero cuando el dolor inesperado, dé paso a echar de menos algo de lo que habíamos aprendido a valorar del otro/a, seamos conscientes de que sin ese puente nuestra vida queda demasiado aislada o alguien que nos importa se quedó en el margen opuesto; habrá llegado el momento de retomar la tarea.  


Quizá haya puentes difíciles de diseñar y de construir; quizá sean frágiles y no duren mucho tiempo, quizá no sean tan robustos como los que conocimos o creíamos conocer. Lo importante será todo lo que digamos o hagamos, a partir de hoy, para iniciarlos, reconstruirlos o conservarlos; porque aunque no los crucemos, hacen que no olvidemos lo que hay y nos une a la otra orilla.