PUNTOS DE ENCUENTRO

Quizá alguna vez hayas visto alguna una señal de punto de encuentro para personas. Éstas, indican un lugar de reunión seguro y de evacuación ante posibles catástrofes. Aunque, en casos menos extremos, suelen ser útiles para indicarle a los más pequeños que si se pierden, deben buscar y esperar en ese sitio. Y también, como un lugar de referencia para quedar con alguien.

Desde un punto de vista educativo, estos puntos de encuentro nos sugieren ideas aceptadas por todos o por una mayoría, consenso, acuerdo en lo fundamental y como un punto de partida desde donde poder entablar un diálogo que pretenda alcanzar nuevos pactos.

No todo está en dar la cara, reunirse y poner sobre la mesa algunas ideas evidentes en las que podrían estar todos de acuerdo. Pues es necesaria una verdadera búsqueda de la comunión, para la cual, se hace imprescindible la empatía (intentar ponerse en lugar del otro, en lo que siente y experimenta vitalmente, en comprender y respetar sus razones; y desde ahí ofrecerle una respuesta). Así como un profundo sentido de búsqueda, de la verdad, del bien común, de lo que une y de lo que nos completa junto al otro. 

Y desde esta disposición positiva, los puntos de encuentro, podrían también ser símbolo de dejar a un lado posiciones cerradas en un sólo punto de vista, de fomentar el conocimiento de la realidad opuesta, del diálogo respetuoso, de la toma de conciencia y la disposición responsable de renunciar o rebajar parte de nuestras pretensiones para consolidar acuerdos tomados y propiciar otros nuevos. 

Aunque quizá al final, no siempre sea posible el entendimiento, por mucho empeño que se ponga. Y debamos aceptar nuestra incapacidad o debilidad a la hora de buscar y de encontrar estos espacios de encuentro.