QUÉDATE CON LO BUENO

¿No crees que todo tiene una parte buena? Si te cuesta verlo quizá esta sencilla dinámica pueda ayudarte. Sólo necesitas un bote, papel y algo de voluntad. 


En un bote de cristal (al que podemos poner nombre o algún dibujo significativo) iremos metiendo semanalmente un papelito. En él  escribiremos las situaciones, reacciones o sentimientos que valoramos como buenos y enriquecedores para nuestra vida. 

Al comienzo será más difícil ver el lado positivo de las cosas. Con un poco de perspectiva y tiempo de reflexión puedes ir descubriendo que siempre hay algo bueno que sacar en todo por pequeño que sea y aunque no lo parezca. Pues, quizá el hecho sea negativo pero no tiene porqué serlo tu reacción ante él. Merece la pena quedarse con un pequeño gesto, palabra o ayuda recibida frente a un gran problema que permitir que el problema nos supere.  

En caso de atascarnos alguna semana, podemos pedir ayuda a alguien que nos conozca para que nos ayude. 

Estamos poco acostumbrados a ver la luz en medio de las sombras y más aún, a valorarla como lo que realmente nos debe importar y guiar. Entendiendo por "lo bueno" no sólo lo que nos ocurre a nosotros mismos sino también a las personas que amamos y forman parte de nuestra vida. 

Con esta dinámica no pretendemos ignorar lo negativo como si no existiera. Sino más bien aprender de ello en positivo. Transformándolo. Creciendo en una nueva forma de leer la vida. Con ilusión, esperanza y resiliencia. 

En poco tiempo, observaremos que "lo bueno" va colmando nuestra vida. Cuando nos apetezca podemos abrir el bote y releer cada papel que hemos ido metiendo cada semana o cada mes. Con ello crecerá también nuestra gratitud. Y tendremos más fuerza al ser conscientes de lo que antes pasaba desapercibido y olvidado para nuestra conciencia, cargada de problemas y dificultades que acaparan toda nuestra atención y agotan nuestra energía. 

Este bote puede ser una batería externa que nos recargue en momentos críticos.