TIEMPO DE PAZ


El nuevo año viene cargado de buenos deseos. Seguro que hasta los más pequeños tienen su importancia. Pero si uno de ellos es compartido por millones de personas en nuestro mundo, ese es el deseo de un tiempo de Paz. 

Comprobamos cada día con mayor desaliento que el horror de la guerra y la maldad fratricida siguen estando presentes en cada uno de nuestros continentes. Minando la esperanza de niños, adultos y ancianos. Separando familias y empobreciendo aún más a quienes menos tienen. 

Por eso, este 2015 debe ser un año en el que se vayan dando pasos firmes y decididos hacia la construcción de un mundo más justo y solidario. Y aunque no se hayan cumplido totalmente los Objetivos del Milenio, éstos sigan guiando los acuerdos internacionales. Porque todo cuenta. 

Como seres humanos y como creyentes no podemos mirar hacia otro lado. Vana sería nuestra moral o nuestra espiritualidad sin actuar en favor de la Paz. 

Una Paz que también es necesario sembrar siempre a nuestro alrededor con las armas del respeto, diálogo, empatía y perdón. Alzando la voz por quienes la han perdido, rechazando toda violencia verbal o física, construyendo puentes de conocimiento mutuo y tolerancia. Por todo ello, es imprescindible educar para la Paz desde la escuela de la familia y también desde los pupitres. 

Gandhi dijo "No hay caminos para la Paz; la Paz es el camino".